La artritis reumatoide (AR) es un trastorno autoinmune que causa dolor crónico, hinchazón y rigidez en las articulaciones. Suele afectar a las pequeñas articulaciones de las manos y los pies, pero también puede afectar a articulaciones más grandes, lo que provoca importantes molestias y una disminución de la movilidad. Aunque se suelen prescribir tratamientos tradicionales como medicación y fisioterapia, muchas personas con AR recurren a terapias alternativas como la crioterapia con CO2 para controlar sus síntomas. Pero, ¿pueden Crioterapia CO2 ¿Ayudan realmente a aliviar el dolor de la artritis reumatoide? Veámoslo más de cerca.
Introducción: La lucha contra el dolor de la artritis reumatoide
La artritis reumatoide es una enfermedad de larga duración que hace que el sistema inmunitario del organismo ataque sus propios tejidos, concretamente la membrana sinovial, que recubre las articulaciones. Esto provoca inflamación, dolor y, con el tiempo, lesiones articulares. A medida que la enfermedad progresa, los pacientes pueden experimentar una disminución de la amplitud de movimiento, fatiga e hinchazón, lo que puede afectar significativamente a actividades cotidianas como caminar, trabajar e incluso dormir.
¿Qué es la crioterapia con CO2?
La crioterapia con CO2 es un tratamiento no invasivo que consiste en la aplicación de dióxido de carbono a temperaturas extremadamente bajas. Durante una sesión, los pacientes son expuestos al gas CO2, que enfría rápidamente la piel y los tejidos subyacentes. A diferencia de las bolsas de hielo tradicionales o de la terapia de frío, la crioterapia con CO2 actúa utilizando CO2 gaseoso para penetrar en las capas más profundas de la piel y reducir la inflamación con mayor eficacia. El tratamiento actúa contrayendo los vasos sanguíneos, lo que ayuda a reducir la inflamación y mejorar el flujo sanguíneo una vez que los vasos sanguíneos vuelven a dilatarse tras la sesión.
Cómo ayuda la crioterapia con CO2 en la artritis
Para las personas que padecen AR, el control de la inflamación es clave para aliviar el dolor y mantener la función articular. La crioterapia con CO2 ayuda enfriando la zona afectada, lo que reduce la inflamación y proporciona un alivio inmediato del dolor. Este efecto de enfriamiento también ayuda a adormecer temporalmente la zona, lo que permite a los pacientes experimentar una reducción de las molestias durante el movimiento.
Además, la crioterapia con CO2 favorece la liberación de endorfinas, analgésicos naturales producidos por el organismo. A medida que el cuerpo se calienta después del tratamiento, la mejora de la circulación ayuda a eliminar toxinas y acelerar los procesos naturales de curación del cuerpo. Con el tiempo, las sesiones regulares de crioterapia con CO2 pueden ayudar a mejorar la movilidad, reducir la rigidez y mejorar la salud general de las articulaciones en pacientes con artritis reumatoide.
¿Quién no debe utilizar la crioterapia?
Aunque la crioterapia con CO2 ofrece numerosos beneficios a los pacientes con AR, no es adecuada para todo el mundo. Las personas con determinados problemas de salud deben evitar la crioterapia, como las que padecen hipersensibilidad al frío, enfermedad de Raynaud o problemas cardiovasculares graves. Las mujeres embarazadas y las personas con heridas abiertas o infecciones en la zona de tratamiento también deben evitar la crioterapia.
Siempre se recomienda consultar a un profesional sanitario antes de probar la crioterapia con CO2, sobre todo si padece algún trastorno o problema de salud preexistente. Su médico puede ayudarle a determinar si este tratamiento es adecuado para usted y orientarle sobre cómo incorporarlo de forma segura a su plan de tratamiento de la artritis.
¿Está preparado para probar la crioterapia?
Si padece el dolor crónico y la inflamación de la artritis reumatoide, la crioterapia con CO2 puede ser una opción prometedora. Puede complementar otros tratamientos como la medicación, la fisioterapia y los cambios en el estilo de vida, ayudando a aliviar el dolor y mejorar su calidad de vida. Durante una sesión de crioterapia con CO2, puede esperar un tratamiento de enfriamiento breve pero intenso que puede dejarle con más energía y sin dolor después.
Para los interesados en un alivio a largo plazo, las sesiones regulares de crioterapia pueden ayudar a mantener reducidos los niveles de dolor y a mejorar la movilidad articular. Aunque la crioterapia no es una cura para la AR, puede ser una herramienta eficaz en el tratamiento de los síntomas y la mejora de las funciones cotidianas. Si está listo para probar la crioterapia con CO2, consulte con un profesional sanitario para ver si puede beneficiarle.
